
Contracturas musculares - Qué son y cómo se producen
Qué son
Consiste en la contracción persistente e involuntaria de un músculo. La contracción se produce de forma espontánea e inconsciente.
Cuando existe una contractura se aprecia un abultamiento en la zona con pérdida de elasticidad del músculo y con ello la pérdida de su función; es decir, el músculo no trabaja correctamente.
El dolor puede aparecer por isquemia (el músculo contracturado no recibe suficiente oxígeno y aparece el dolor) o por compresión nerviosa (el músculo contracturado comprime un nervio cercano).
En general, no se trata de una lesión grave, pero es molesta.
Cómo se producen
Las contracturas se producen normalmente ante un trabajo superior a su capacidad. Este trabajo puede ser de muchos tipos:
- Contracción brusca o demasiado intensa.
- Tras un estiramiento brusco y excesivo del músculo, sobre todo en el ámbito deportivo.
- Por movimientos repetitivos, que provocan contracciones mantenidas de un músculo hasta agotarlo.
- Por alteraciones de la estática, de la postura. Por ejemplo, si tenemos los hombros “caídos” hacia delante, la musculatura cervical de la parte superior de la espalda acabará contracturándose.
- Como mecanismo de defensa ante tensiones psicológicas: situaciones de estrés, miedo, nerviosismo.
- Como mecanismo de defensa ante una alteración orgánica. Por ejemplo, ante una apendicitis se produce una contractura de la musculatura abdominal.