
Ergonomía - Posturas en el trabajo
Las posturas de trabajo son uno de los factores asociados a los trastornos musculoesqueléticos, cuya aparición depende de varios aspectos: en primer lugar de lo forzada que sea la postura, pero también, del tiempo que se mantenga de modo continuado, de la frecuencia con que ello se haga, o de la duración de la exposición a posturas similares a lo largo de la jornada.
Cómo trabajar de pie
Al trabajar de pie, lo más importante es adaptar todo lo posible la altura del puesto de trabajo a las dimensiones del individuo y al tipo de tarea (no ha de esta igual de alto una mesa de un carpintero que la camilla de un fisioterapeuta).
- Evitar la inclinación hacia delante del tronco y la elevación de los brazos. Los brazos siempre han de estar bajos.
- Mantenerse estirado y recto.
- Situarse con los hombros hacia atrás, la cabeza arriba y la pelvis hacia delante.
- Colocar un pie en lugar elevado si se está largo tiempo en un sitio y cambiar de pie periódicamente.
- Si es posible, tener un taburete alto a mano para sentarse de vez en cuando.
- Realizar pausas en el trabajo para cambiar de postura.
Cómo trabajar sentado
Es muy importante que la altura de la mesa y la silla sean correctas: Como norma general, la silla ha de permitir que las rodillas estén flexionadas 90º con los pies apoyados, y la mesa ha de quedar a la altura de nuestros codos o incluso ligeramente por debajo.
- La postura correcta sentado es: Sentarse recto, cerca de la mesa, la espalda contra el respaldo, las rodillas flexionadas y los pies en un reposapiés.
- Si no tenemos silla con refuerzo lumbar, colocar un cojín en la zona lumbar para sujetarla en una buena postura.
- No sentarse en el borde de la silla, porque sufren la zona lumbar y cervical.
- NUNCA cruzar las rodillas, ni los pies.
- Procurar tener todo a mano, sin tener que alargar excesivamente los brazos ni girarse innecesariamente.
- Si hemos de movernos mucho en el puesto, usar una silla giratoria que nos permita volver el cuerpo entero, sin girar el tronco.
- Sostener las páginas elevadas para su lectura.
- Cambiar de postura periódicamente y si es posible, romper los períodos de estar sentado con unos pequeños estiramientos y andar un poco.
Muchos nos preguntáis por la "silla arrodillada" o silla Balans, si es buena o no: aunque depende de cada persona, los estudios parecen indicar que no son muy aconsejables para períodos largos de tiempo, porque sufren las rodillas, los tobillos, y la columna está bien posicionada, pero muy estática.